Aquel Bar...

En la barra de aquel lugar, tomandome una copa que no pensada terminar... Ya que deseada que mis penas y lagrimas en aque licor de triste sabor...
Donde mi tiempo era detenido por mi pensamiento, teniendo mi defensa en el suelo y mi corazon expuesto a cualquier cazador havil y dispuesto a disparar.

Una presencia, una figura, una persona, un ser, entro a aquel lugar trayendo con el una brisa de tranquilidad, como la lluvia que llega sin avisar.
Se sento a mi lado y cuestiona sin esperar respuesta...

- Espera a alguien ?
-No.
-Le puedo acompañar?
-Ya esta sentado, pero si le respondo No se marchara? 
-No... asi que no se moleste en decirme que me marche...
- Ohh!!
-Le  puedo preguntar algo?
- Otra cosa mas, digame a ver?
-Porque la soledad, porque la copa, porque la tristesa?
-Fueron tres preguntas, pense que solo era una sola.
-Disculpa, me gusto el tono de tu voz disfrasado con las lagrimas de tus ojos que quieren salir...

Con esa ultima frase no pude competir, mis lagrimas le ganaron a mi deseo de tratar de sonreir, me continuo a compañando, hasta que vio mi copa vacia y la lleno de nuevo.
Nos contamos los motivos por los que terminamos en ese lugar, porque nuestros ojos comenzaron a llorar, y porque nuestros labios rieron sin parar...

Luego se despidio, llevandose la triztesa con la que yo havia llegado, mis lagrimas todas ya las havia secado, se marcho dejandome como recuerdo la brisa de aquella noche justamente igual con la que entro, me dejo una palabra que no se produce en un adios...



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