Me levante una barrera para que tu voz no penetrara.
Y aun así en la distancia siento tu aliento diciendo mi nombre.
 
Encerré mi corazón para no permitirle sentir, ninguna emoción producida por tu presencia.
Pero apesar de estar viviendo en carne propia tu ausencia mi corazón late igual que si estuvieras serca.

Tenemos unos encuentros proporcionados por la casualidad donde me saludas, salen de nuestros labios dos lineas de convercasion y luego el inevitable adiós. Sin ninguno mirar atrás.
Trato de que mis palabras no traicionen a mi mente, que mis labios no delaten a mi corazón porque no serviría de nada.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Tu Fotografia

Como hacer que una relacion funcione